El lenguaje musical estudia todos aquellos elementos con los que se puede hacer música. Es una asignatura primordial en los conservatorios, ya que ayuda a entender todo lo que luego se va a escuchar en un disco o se va a estudiar en un instrumento.
En la música hay tres elementos primordiales:
Ritmo: ¿Se baila igual un vals que una sevillana? Por supuesto que no. Todas las piezas musicales tienen un ritmo característico que las hace diferenciarse entre ellas. No obstante, y siguiendo con el mismo ejemplo, dos valses diferentes tendrán un ritmo muy parecido, y a dos sevillanas distintas les pasará lo mismo.
Melodía: Al ritmo se le une la melodía, que consiste en una sucesión de sonidos de distintas alturas (graves y agudos). Para construir las melodías se utilizan las notas musicales: do, re, mi, fa, sol, la y si.
Armonía: Son una serie de normas que regulan cómo se comportan los sonidos cuando suenan varias notas a la vez. Hay música que no tiene armonía, como una melodía cantada por una sola persona; en este caso, solo habría una melodía con un ritmo. Si a esta le añadiéramos un acompañamiento de piano, ya tendríamos la armonía.
Estos son los tres elementos imprescindibles para crear una obra musical y reproducirla en una partitura, que es como se llaman los libros en los que se recoge la música de forma escrita.